La dirección de Clínica Activa Mutua ha demostrado tener una alta sensibilidad a la hora de mantener al centro hospitalario libre de toda infección por Covid-19. De hecho, los estrictos protocolos implantados tanto en el control, la detección precoz, el mapeo de trabajadores, como el “screening” telefónico aplicado a los pacientes, ha permitido que no se hayan producido contagios desde la vuelta a la actividad ordinaria. Todos los protocolos internos garantizan la seguridad de pacientes y trabajadores, y evitan la trasmisión de brotes.
La dinámica ha ido encaminada a filtrar tanto a pacientes como a trabajadores. Se ha evitado así el contacto con cualquier persona con síntomas de Covid-19 y por lo tanto, se ha frenado el contagio.
Este procedimiento ha sido efectivo en los circuitos quirúrgicos, ingresos y sesiones de rehabilitación, así como en la actividad ordinaria de visitas médicas, gracias al mencionado “screening” telefónico que, de una manera precoz y efectiva, ha comprobado el estado de salud asintomático de los pacientes antes de personarse en la clínica. Los casos positivos detectados, fueron conminados a permanecer en su domicilio el tiempo idóneo para su restablecimiento.
En los ingresos, por ejemplo, se exige que 48 horas antes se practique al paciente un PCR, sólo así puede acceder tanto a la hospitalización como al quirófano.
En cuanto al quirófano ambulatorio para cirugías menores, a los pacientes se les ha incluido una serología para validar el ingreso. De esta forma, se ha garantizado al resto de enfermos y trabajadores la no exposición al virus.
Respecto a la dinámica interna del centro a la hora de asistir a los pacientes en las consultas, las visitas se han espaciado lo suficiente para garantizar un tráfico fluido y seguro de usuarios, y una afluencia racional en las salas de espera para garantizar las medidas de seguridad. Por supuesto, en el acceso a la clínica, se exige mascarilla o se proporciona una a quien carezca de ella, además de geles hidroalcohólicos.
Otras medidas para garantizar la detección precoz y seguridad de trabajadores y pacientes, es la implantación de la toma sistematizada de la temperatura corporal a los trabajadores, previa reincorporación a su puesto de trabajo. Sensibles además con la minimización del riesgo, la dirección del centro sigue apostando por la ausencia de acompañantes en las asistencias e ingresos, sin duda, en beneficio, no tan sólo del centro, sino de los propios pacientes en procesos claves de su estado de salud.