Que “la gestión de las emociones se deja de lado en las empresas y es un error porque el trabajo conlleva un alto porcentaje emocional”, es una de las conclusiones que arrojó ayer la jornada que celebraron Mutua Montañesa, APD y el hospital Padre Menni en la que participaron el experto en neurociencia, Tomás Elorriaga, y el mentalista Javier Luxor. Un encuentro al que acudieron 200 directivos, empresarios y profesionales que se centró en explicar cómo hacer que las empresas cántabras sean organizaciones emocionalmente saludables.
Tomas Elorriaga, coach y experto en psicología positiva y neurociencia, y Javier Luxor, reconocido mentalista corporativo a nivel mundial, pusieron sobre la mesa cuestiones tan relevantes como que el valor de las empresas lo generan las personas, o que para ser eficiente en el trabajo hay que hacerlo desde el bienestar; y Luxor demostró con algunos de los asistentes el poder de la intuición y la capacidad de innovación en el desempeño dentro del ámbito laboral también.
Junto a ellos participaron el director gerente de Mutua Montañesa, Rafael Fonseca, y el gerente del Centro Hospitalario Padre Menni, Carlos Pajares, que compartieron con los asistentes algunas experiencias sobre la gestión de la salud de los trabajadores, objetivo que en Mutua Montañesa lo tenemos definido como nuestra MISIÓN.
La Jornada también dejó claro que la calidad de la gestión de las emociones determina el bienestar y la calidad de la salud de las personas trabajadoras, así como su actuación dentro de la empresa, siendo las emociones un factor determinante del bienestar y la salud individual. Y un hecho que se destacó es que tradicionalmente las emociones se han dejado a un lado en la gestión de las organizaciones aunque el trabajo es, en un alto porcentaje, emocional; es decir, decidir, negociar, liderar, organizar, pensar, trabajar en equipo y un largo etcétera se hacen de manera emocional, y como por eso pasar de la salud emocional o bienestar individual al colectivo es un objetivo fundamental en la gestión empresarial.
Asimismo, los expertos participantes en la jornada destacaron que las emociones no se medican, se gestionan; quedando un largo camino por recorrer por parte de las empresas para ser organizaciones saludables, tal y como indica su definición, “organización que desarrolla esfuerzos sistemáticos, planificados y proactivos para mejorar su salud psicosocial y financiera, mediante prácticas saludables y recursos para mejorar a nivel de tarea, ambiente social y organizacional, logrando el bienestar sobre todo en situaciones de crisis o cambios bruscos”.
En este punto, los ponentes señalaron algunas pautas para conseguir el bienestar colectivo como son promocionar entornos seguros y promocionar estilos de vida saludables, capacitar a las personas para crear su propia felicidad o trabajar la confianza, aceptación, fortalezas, gratitud, perdón, compasión o aprecio como emociones positivas que son.