Las ausencias en el trabajo (también denominadas absentismo laboral) se han convertido en una profunda herida que no cicatriza en las empresas e instituciones aragonesas. Las cifras hablan por sí solas: más de 1.000 millones de euros en pérdidas anuales (más del 3% del PIB aragonés), casi un 7% de absentistas profesionales (faltan de forma reiterada a sus puestos de trabajo) y 19,4 horas no trabajadas por empleado y mes en Aragón. Pero más allá de los datos el debate se centra en las medidas que deben adoptar agentes sociales, administraciones y las propias empresas para erradicar este fenómeno.
Un ambicioso estudio dirigido por Ignacio Gutiérrez Arrudi, encargado por el Consejo de Relaciones Laborales e impulsado por representantes de la patronal (CREA y Cepyme), sindicatos (UGT y CCOO) y Gobierno de Aragón, pone los puntos sobre las ies. Una de las conclusiones apunta que los convenios de las instituciones (ayuntamientos, diputaciones y Gobierno de Aragón) "suspenden" en el tratamiento del absentismo. Un aspecto que "no está regulado" y que, en el caso de los pactos sectoriales, "se aborda solo de forma declarativa", afirma Gutiérrez Arrudi.
CIEN FIRMAS A ESTUDIO Solo se salvan los convenios de algunas empresas –el estudio analiza las 100 más importantes en facturación y empleo– como BSH, General Motors (GM) y Saica, así como TUZSA. Los de estas últimas son "más completos", ya que incluyen medidas encaminadas a reducir las ausencias en el trabajo. Pero, en general, solo el 36% regulan esta práctica. Aragón y España están, pues, en la prehistoria si se compara con Europa.
Uno de los datos relevantes del informe alude a que las ausencias en el trabajo son más numerosas entre las grandes empresas que entre las pequeñas. Además, afectan más al sector industrial que al resto.
El presidente de la CEOE, Joan Rosell advirtió la semana pasada en Zaragoza de que cada día hay 1,1 millones de españoles que se ausentan en sus empleos por distintos motivos. Pero, según se desprende del estudio, la forma de atajar este problema solo es posible desde la responsabilidad global de todos, porque afecta no solo a las empresas y a los Gobiernos sino también a los empleados que comparten trabajo con los absentistas profesionales.
Para Gutiérrez Arrudi, hay cinco aspectos fundamentales a la hora de abordar el absentismo: los complementos salariales, los complementos por Incapacidad Temporal (IT), la regulación del absentismo, los permisos no retribuidos y la flexibilidad horaria y recuperación de la jornada. "Si estos aspectos se recogieran en los convenios, se reducirían mucho las ausencias en el trabajo", puntualiza el director del estudio.
Gutiérrez Arrudi sostiene que el absentismo puede representar un tercio de la pérdida de productividad de las empresas, por lo que en el estudio se insta a que las compañías promuevan medidas desde la óptica de la organización empresarial o la flexibilidad horaria.
CAMBIOS DE TENDENCIA Los últimos dos análisis sobre este asunto realizados en Aragón fueron elaborados por el Consejo Económico y Social de Aragón (CESA), en el 2010 y presentado recientemente, y por la patronal aragonesa (CREA y CEZ), en el 2009. Pero la llegada de la crisis parece haber suavizado la tendencia alcista del absentismo laboral en Aragón. Este descenso es "coyuntural, porque puede rebrotar cuando pase la crisis", vaticina Gutiérrez Arrudi, toda vez que la inestabilidad laboral remita. En este sentido, Randstad estima que durante el pasado 2009 el absentismo laboral disminuyó un 90% ante el temor de los empleados a perder su puesto de trabajo. En este sentido, la coyuntura económica ha situado el empleo como un bien cada vez más escaso y es visto por los empleados como un auténtico privilegio. Eso, según la patronal, hace que los trabajadores muestren actitudes más responsables hacia la empresa que les ha contratado.
Pero durante la década anterior repuntó. "Hace unos años las empresas nos advirtieron de este problema", subraya el responsable del Servicio de Estudios de la CREA, José María García. Fue entonces cuando la patronal aragonesa junto a la Confederación de Empresarios de Zaragoza (CEZ) se embarcaron en la elaboración de este estudio para abordar el problema desde la óptica del absentismo por IT, que supone entre el 65 y el 70% del total de las ausencias laborales en Aragón. Y los datos fueron "preocupantes".
Una de las conclusiones fue que el absentismo por IT creció el 35% en el 2009 respecto al año 2000. Algo a lo que "no se encontró justificación", señala García. El problema llegó a tal punto que está incluido en el Acuerdo Económico y Social para el Progreso de Aragón, firmado por el Ejecutivo autonómico, la patronal y los sindicatos.