El director gerente de MAC, Javier González Ortiz, participó ayer en la mesa redonda “El coste de la ausencia: claves para reducir el absentismo laboral”, dentro de las XXVIII Jornadas de Derecho del Trabajo, organizadas por el Colegio Oficial de Graduados Sociales de Tenerife. González Ortiz no solo no dudo en calificar el absentismo como un problema “grave”, sino que reivindicó un papel más preponderante de las mutuas en el proceso, siempre garantista, de las bajas laborales por Contingencia Común.
El director gerente de MAC, que estuvo acompañado en la mesa por Gloria Rojas, catedrática de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la ULL; Manuel Fitas, secretario de Comunicación y relaciones institucionales de Sindicalistas de Base; Jose Trasobares, jefe de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de la provincia de Santa Cruz de Tenerife; y Rosario Hernández, graduada social, se sirvió de un dato concluyente para requerir ese mayor protagonismo de las entidades colaboradoras con la Seguridad Social: “Los procesos por patologías traumatológicas en Contingencia Común tuvieron una duración media de 67,78 días en 2023; sin embargo, estos mismo procesos en los casos de Contingencias profesionales, esto es, los gestionados por las mutuas, su duración media se situó en 41,8 días”.
Canarias se sitúa como la segunda comunidad autónoma con mayor número absentismo. Aunque la tasa de absentismo ha disminuido un 0,86% respecto al trimestre anterior, sigue siendo notablemente alta, alcanzando un 7,3%.
Javier González Ortiz estimó queel aumento del absentismo se debe a varios factores. Entre ellos, destacó los problemas de salud mental, el envejecimiento de la población activa y las condiciones laborales. “Hoy en día, las bajas relacionadas con la salud mental son cada vez más frecuentes, coincidiendo con un cambio de paradigma sobre el bienestar en el trabajo”.
El director gerente de MAC también señaló que existe un proceso garantista para validar las bajas laborales, que involucra tanto a los médicos de las mutuas, a los médicos de los servicios públicos de salud y a los del Instituto Nacional de Seguridad Social.
Según González Ortiz, “el incremento de las bajas no solo afecta a quienes las solicitan, sino también a sus compañeros. En muchos casos, los empleados restantes deben asumir el trabajo de los ausentes, lo que eleva la carga laboral y provoca un aumento del estrés y nuevas bajas”.