- Mutua Montañesa presenta los datos de su Observatorio de Absentismo junto a CEOE-Cepyme Cantabria
El absentismo continúa sin tocar techo en Cantabria. Durante el primer cuatrimestre de 2024 ha aumentado un 10,84%, acumulando una cifra total de 1.364.916 jornadas laborales perdidas, correspondientes a 11.280 trabajadores que no han podido acudir a su puesto de trabajo a causa de una incapacidad temporal.
Así lo indica el Observatorio de Absentismo Laboral de Mutua Montañesa, cuyos datos han sido presentados hoy en el Foro organizado junto a CEOE-Cepyme Cantabria para avanzar en el conocimiento del absentismo en la región y las buenas prácticas para su gestión de la mano de expertos, juristas, representantes institucionales y empresarios.
Según los datos del Observatorio, las contingencias profesionales -aquellas relacionadas con el puesto de trabajo- y las contingencias comunes -enfermedades o accidentes ajenos al puesto de trabajo- han evolucionado por caminos opuestos. Así, durante el primer cuatrimestre del año, los accidentes de trabajo (AT) se redujeron respecto el mismo período del año anterior, situándose en el 2,88% y el 5,34%, en cuanto a incidencia y prevalencia, respectivamente.
Por el contrario, el absentismo por contingencia común aumentó un 11,85% su incidencia y un 16,72% su prevalencia -casos acumulados al término del período por cada 1.000 trabajadores-, en línea con lo
acontecido cada año desde 2021, cuando ambas dimensiones han venido creciendo a ritmos de entre un 10 y 20%. En este sentido, cabe destacar que tras la retirada del efecto COVID-19, los incrementos más importantes en este tipo de contingencias tienen su causa en patologías psicosociales (+14,49%) y músculo-esqueléticas (+5,28%).
Así, las 1.364.916 jornadas laborales perdidas durante el primer cuatrimestre de 2024 suman 133.336 jornadas más que en el primer cuatrimestre de 2023 y suponen un incremento del gasto por absentismo por incapacidad temporal del 21,69% para las empresas cántabras, situándose en los 228.346.502 euros. Por tipología, el 0,09% de esas jornadas de trabajo perdidas son computables a la COVID-19, el 13,61% a los accidentes de trabajo y el 86,3% a contingencias comunes.
A la luz de los datos, el Observatorio de Absentismo Laboral anticipa una perspectiva de mejora en las bajas por Accidente de Trabajo (AT) y de continuo empeoramiento de las que responden a la Enfermedad Común (CC), situando las jornadas perdidas en torno a las 4.005.504 al término de este año.